Una vez más el amor hacia el prójimo es ejemplo de que todo se puede cambiar y muestra de ello son Joel Romero Morales y Rebeca Veliz
Padecer insuficiencia renal a corta edad no es algo fácil, pero cuando se tiene el apoyo de los seres queridos, todo se puede superar, y este es el testimonio de un matrimonio joven que lucha por mejorar la calidad de vida entre pareja y como núcleo de la sociedad.
“Me sentí mal mientras laboraba, sólo fue un mareo, el médico de la empresa me envió inmediatamente al Seguro Social. No esperaba una respuesta que cambiaría mi vida.
Me diagnosticaron hipertensión arterial y mis riñones estaban dañados. Debía recibir diálisis inmediatamente”, dijo Joel Romero.
Como un simple mareo le cambió la vida a un joven de 28 años, con una familia por quien velar y la responsabilidad de educar a dos pequeños niños.
La enfermedad de Joel se agravaba cada vez más, requería de un donante, sin embargo el tiempo pasaba y no aparecía la esperanza de vida para él.
Hasta que su esposa, Rebeca Veliz, decidió ser ella quien le diera laoportunidad.
Joel es uno de los cientos de pacientes que acuden a la Clínica de Hemodialisis, y recibe su tratamiento oportuno.
Él tuvo que pensionarse, situación que la empresa aceptó y fue trasplantado, luego de dos años de haber recibido tan desagradable noticia.
“Gracias a Dios y a mi esposa, hoy puedo decir que recuperé mi vida, y le pido a todas aquellas personas que padecen esta enfermedad, no se desanimen, ya que pronto habrá una luz que los pueda iluminar”, expresó el paciente.
LA CULPA
Nos podemos sentir culpables cuando decimos NO. Este sentimiento de culpa lleva implícito el mensaje de que "hice algo malo."
Cuando razonamos éste sentimiento tenemos la oportunidad de crecer, de aprender mucho de nosotros mismos y de actuar positivamente.
Tal vez, a la hora de perder un ser querido podemos negarnos a donar sus órganos; pero al pasar unos instantes podríamos sentirnos culpables de que por nuestro egoísmo dentro el dolor que sentimos, le estamos negando la oportunidad de vivir a alguien más; y entonces, recapacitar para darle a otro la oportunidad que necesita.
LA CULPA
Nos podemos sentir culpables cuando decimos NO. Este sentimiento de culpa lleva implícito el mensaje de que "hice algo malo."
Cuando razonamos éste sentimiento tenemos la oportunidad de crecer, de aprender mucho de nosotros mismos y de actuar positivamente.
Tal vez, a la hora de perder un ser querido podemos negarnos a donar sus órganos; pero al pasar unos instantes podríamos sentirnos culpables de que por nuestro egoísmo dentro el dolor que sentimos, le estamos negando la oportunidad de vivir a alguien más; y entonces, recapacitar para darle a otro la oportunidad que necesita.
